Italia es la bota de Europa, pero aunque probablemente esta similitud geográfica nos recuerde al deporte rey, el fútbol, tendría más sentido si tuviera forma de bota de vino ya que nos encontramos ante el primer productor del mundo de esta bebida de dioses, como también el que más tipos de vinos y variedades de uvas ofrece.
Los griegos hace ya varios siglos llamaron a Italia, Enotria, lo que traducido sería Tierra del Vino. Es un país con una tradicción viniticola insuperable debido a que en cada región, en cada finca y en cada parcela que se extiende entre sus fronteras se cultiva uva para hacer vino.
Casi todas las regiones vinícolas de Italia son importantes porque cada una tiene su especialidad y vinos únicos, aunque destacaremos por mayor producción de vinos de calidad las regiones de Piamonte donde se producen los afamados vinos Barbaresco y Barolo, la Toscana, cuna del Chianti, el Brunello di Montalcino, el vino Nobile di Montepulciano y el Vin Santo de Trebbiano y Malvasía. La región de Veneto que produce los populares vinos Valpolicella, Bardolino y Soave y por último la de Abruzzo donde destaca el Montepullciano di Abruzzo.
La llegada de la vid a Italia se le atribuye a los griegos a su llegada a las colonias de Sicilia y del sur de Italia. Desde el año 500 a. de C. hay datos de la utilización de la viticultura con la consiguiente vinificación y conservación del vino. Diferentes culturas como los etruscos o los romanos mantuvieron vivas las tecnicas de cultivo y producción, es más estos últimos se las llevaros consigo en las invasiones de la Galia y Britania extendiendo las vides y las tecnicas de viticultura.
Mas adelante en los tiempos de la Edad Media fueron los monjes de los monasterios los que continuaron con la tradición para producir el vino que utilizarian en las misas.
Como la mayor parte de Europa en el siglo XIX la filoxera provocó una tragedía destruyendo una gran parte de las vides, haciendo que la reputación de los vinos italianos descendiera a los infiernos debido a que empezó a prevalecer la cantidad a la calidad, pero actualmente esto es sólo un mal recuerdo, hoy en día la calidad esta controlada bajo los estándares entregados por el gobierno en diferentes denominaciones de origen entre las que se encuentran:
Como ya dijimos anteriormente Italia tiene un sin fín de variedades de uva así que intentaremos destacar las más importantes en cuanto a producción y calidad. Para las tintas nos centraremos en Sangiovese, Montepulciano, Nebbiolo, Dolcetto y Barbera.
Dentro de las blancas hablaremos de la Trebbiano, la Cortese, la Vernaccia y la Garganega.
Italia a pesar de ser el mayor productor de vino del mundo es el segundo como proveedor mundial en volumen por detrás de España y en valor por detrás de Francia. Exportó 2038 millones de litros, valorados en 5.581 millones de euros en 2016, aumentando un 2,6% respecto al año anterior, destacando el espumoso. Aunque veremos como se comportan los datos generales para el proximó año ya que la producción ha caido desde 54.138 millones de hectolitros en 2016 a 38,9 millones en 2017.
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